Mirar un aborto o sus restos puede ser muy doloroso, pero es la única manera de saber de qué estamos hablando cuando discutimos sobre el aborto.
Si algo es muy duro de mirar, posiblemente no deberíamos permitir que pase en la realidad.
7.26.2010
Una niña de 12 años habla del aborto y el derecho a vivir